viernes, 19 de abril de 2013

El entorno arqueológico de Lantarón: Peña del Mazo.


El yacimiento de Peña del Mazo se encuentra en la localidad de Pajares, dentro del valle de Tobalina en Burgos y a unos 10 km al oeste de Sobrón en una plataforma de un afloramiento de roca caliza de las estribaciones suroccidentales de la Sierra de Árcena, a 700 metros de altura.
Ilustración 2: Localización de Peña del Mazo y la ermita de San Martín

Aunque fue excavado en los años 70/80 por Alberto del Castillo, las recientes campañas de los años 2004 y 2005 fueron realizadas por ARATIKOS ARQUEÓLOGOS S.L. como parte de un proyecto de puesta en valor del Patrimonio Cultural del valle de Tobalina llevado a cabo por el Ayuntamiento. Este proyecto incluye otros yacimientos como la Ermita de San Roque/San Felices y El Pópilo, integrándolos dentro del patrimonio natural ya existente, como el cañón de la Horadada o el Parque Natural de Valderejo.
En los cerca de 500 m2 excavados se halló una interesante secuencia que se puede datar entre el siglo V y, al menos el siglo X/XI; es decir, contemporáneamente al desarrollo de Lantarón como condado.
La primera fase de ocupación del yacimiento se relaciona con una serie de estructuras excavadas en la roca natural de la plataforma y que se relaciona con estructuras domésticas, cabañas y zonas de almacenamiento, que se han podido fechar por la cerámica en torno al siglo V.
En un momento del siglo V o VI estas estructuras son amortizadas para la construcción de un centro de culto, una iglesia cuyos cimientos están excavados en la roca. Se trata de un edificio de planta rectangular construida con lajas de mediano tamaño colocadas en hileras superpuestas y trabadas con barro sobre las que se sitúan otras hiladas de mampuesto. Este edificio sufrirá importantes reformas en los siglos IX y X.


Ilustración 2: Vista general de la planta de la iglesia durante el proceso de excavación. Vista desde E

Alrededor de este centro de culto se desarrollará una necrópolis en el que se han podido identificar hasta 104 enterramientos diferentes que responden a dos tipologías de enterramiento diferenciadas. Por un lado se encuentran hasta 8 tumbas construidas con lajas de piedras a modo de cista de enterramiento; el resto de tumbas responden a la tipología de tumbas excavadas en la roca natural sobre la que se depositaba el enterrado. Algunas de estas tumbas en roca fueron afectadas por las reformas de la iglesia, por lo que ha sido posible datar el conjunto de una forma relativamente precisa.
En cuanto al material aparecido es casi en exclusiva cerámico. Además de los materiales mencionados del siglo V se han hallado restos de la clásica cerámica pintada en rojo que se ha datado en los siglos VIII y IX.

Peña del Mazo constituye un interesantísimo yacimiento para el estudio de la transición del mundo romano al mundo altomedieval así como de los procesos de implantación de la religión cristiana en el mundo rural del norte peninsular.

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